Empiezo el año con una reseña que he tenido que posponer
durante unos cuantos meses por falta de tiempo para terminar el libro. Y no
porque no me estuviera encantando, sino por aquello de que los días siguen
durando 24 horas y yo me meto en demasiados fregaos.
¡Pero ya está aquí! ¡Viva la Navidad! Se trata de la reseña
de “¿Truco o tratamiento?”, la
traducción al español del libro de Edzard Ernst y Simon Singh, que fue
publicada el pasado año por la editorial Capitán Swing.
Los autores perfectos
Siempre digo que si solo se pudiera elegir una persona en el
mundo cualificada para hablar sobre homeopatía y otras medicinas alternativas,
sin duda sería el médico alemán Edzard Ernst. Dicen que para luchar contra el
enemigo hay que conocerlo y él lo conoce tan bien que durante años se dedicó a
ello, hasta el punto de ser catedrático de Medicina Complementaria en la
Universidad de Exeter.
Gracias a este conocimiento de primera mano pudo hacerse
consciente de la falta de rigor científico de la mayoría de estas terapias, de
ahí que desde entonces haya dedicado buena parte de su tiempo a desmentirlas,
especialmente desde que se retiró, en 2012. Tal es su compromiso en este ámbito
que llegó a enfrentarse al mismísimo Príncipe de Gales, después de comprobar
que estaba promoviendo la práctica de varias técnicas pseudocientíficas. Dicho
pleito terminó con la pérdida de los fondos con los que contaba su grupo de
investigación, viéndose obligado a prejubilarse.
Desde entonces se dedica enteramente a la divulgación
científica, tanto desde su blog como con la autoría de libros como este. Sin
embargo, no lo ha escrito solo, sino junto a Simon Singh, un afamado periodista
científico y productor de televisión inglés, que además también cuenta con un
doctorado en física de partículas. Si ellos dos no convencen del peligro de las
pseudociencias, nadie lo hará.
Interesante desde la dedicatoria hasta el final
Nada más abrir el libro no pude evitar que la dedicatoria me
arrancara una sonrisa: “dedicado a su alteza real, el príncipe de Gales”,
rezaba.
Apenas hacía unos días que había vuelto de Naukas Bilbao,
donde pude asistir a una interesante charla en la que nos habló de su disputa
con el heredero inglés, de ahí que me hiciese tanta gracia el comienzo. Desde
ese punto, el libro solo fue a mejor, poco a poco y sin defraudar.
Está perfectamente distribuido, de modo que el lector pueda
seguir un razonamiento lógico que le ayude a pensar por sí mismo y juzgar si
una terapia es realmente de fiar o no. Para empezar, explica cómo surgieron los
primeros ensayos clínicos, que ayudaron a distinguir prácticas muy extendidas,
pero erróneas, como las sangrías, de ciencia basada en la evidencia. Utiliza,
entre otros, el ejemplo del descubrimiento del papel de la vitamina C de los
limones en la prevención del escorbuto o la interesante historia de cómo se
descubrió la relación entre tabaco y cáncer de pulmón.
Una vez que deja claro esto, va hilando poco a poco el resto
del libro, pasando por terapias como la acupuntura, la homeopatía, la terapia
quiropráctica o la fitoterapia. Pero los autores no se limitan simplemente a
contemplar lo malo. Con cada una comienzan situando históricamente la terapia
en cuestión, hablando de sus inicios. A continuación explican cómo se lleva a
cabo y, finalmente, argumentan con estudios sus pros y contras. Muchos de estos
estudios no son simples ensayos de laboratorio, sino todo tipo de
investigaciones de incógnito, dignas de una novela de detectives.
Toda la información que se da es muy clara; pues, además, se
añaden muchas ilustraciones y tablas explicativas, como una en el capítulo de
fitoterapia que clasifica algunas de las plantas más consumidas según la razón
por la que se toman y la evidencia existente en torno a su eficacia. Además,
también establece si interactúa con otros medicamentos, pues esta es una de las
razones por las que estos “tratamientos”, aparentemente inofensivos, pueden
volverse muy peligrosos.
Finalmente, en los últimos capítulos se explica por qué es
tan importante desenmascarar este tipo de terapias y cuáles son los principales
culpables de que, a pesar de las sólidas evidencias sobre su ineficacia, sigan
extendiéndose. Incluso se aconsejan otras lecturas para quién quieran aprender
aún más sobre el tema.
Mi impresión
Ya, la foto no pega con la temperatura que hace ahí fuera, pero a mí me gusta. ¿Qué queréis que os diga? |
Este libro me ha parecido una lectura obligatoria. De hecho, yo lo recomendaría en institutos, tanto para alumnos de la rama de ciencias como para el resto de itinerarios. El pensamiento crítico ha sido esencial siempre; pero quizás hoy más que nunca. En la actualidad la información viaja a la velocidad de un pestañeo, pero no solo la veraz, también la falsa. Por eso es tan importante que aprendamos a discernir lo que es correcto de lo que no. Y si la salud está de por medio, aún más.
En mi caso, se puede decir que ya estoy más que
concienciada, pero creo que este libro puede conseguir que aquellos que aún
creen en la eficacia de este tipo de terapias aprendan a juzgarlas por sí
mismos. Si sois de los que escriben la carta a los Reyes Magos, este "¿Truco o tratamiento?" podría ser una buena opción para
pedirles. Aunque sean de la realeza, seguro que sus Majestades de Oriente sí
que valoran el trabajo de Ernst y Singh. No todos son iguales.
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