20/5/18

Reseña: "Museo vivo de los insectos"


De pequeña me encantaban las hormigas. Me apasionaba cómo podían organizarse hasta el punto de parecer una verdadera civilización humana en miniatura, con construcciones similares a casas, individuos especializados en diferentes quehaceres y una capacidad inmensa de colaboración entre ellas.
Me gustaban tanto que adoraba sentarme junto a los hormigueros y observar cómo llevaban a cabo su faena, indiferentes a mi mirada.
Era una afición maravillosa, pero no había muchos niños que la tuvieran. De hecho, recuerdo como si fuese ayer un día que entré llorando a casa porque mi vecino se había reído de mí al verme hablando con unas hormigas, sentada en mi jardín.
Por todo esto, cuando me contactaron desde la editorial infantil Harper Kids para ofrecerme un ejemplar de “Museo vivo de los insectos”, supe que me encantaría leerlo.

Un libro para perder el miedo

Aunque la inmensa mayoría de los insectos que nos rodean son totalmente inofensivos, son una de las clases animales más temidas por los seres humanos.
Por eso, este bonito libro infantil ilustrado trata de animar a los niños a conocer más sobre ellos, para que así descubran que son mucho más que bichos espeluznantes y surtidores de picaduras.
La obra, fruto de la colaboración entre el entomólogo francés François Laserre y la ilustradora Anne de Angelis, muestra a un gran número de insectos; junto a otros artrópodos, como las arañas y los ciempiés, todos ellos agrupados en salas ficticias de museo.
Cada una de estas salas reúne especies con alguna cualidad en común: los maestros cantarines, los elegantes, los nadadores…
Además, cada bichito viene acompañado de una ilustración y varios bocetos, junto a dos títulos: uno en el que se da el nombre real del insecto y otro falso, en el que se utiliza alguna característica concreta que los niños puedan recordar fácilmente.
En cuanto a las descripciones, están formuladas con un lenguaje sencillo, con el que se anima a los niños a salir al campo armados con sus lupas y convertirse en verdaderos “detectives de bichos”, capaces de diferenciar hasta al más raro de ellos.

También para adultos
Aunque el libro está destinado a un público infantil, con edades comprendidas entre los nueve y los doce años, a mis veintinueve primaveras he disfrutado mucho leyéndolo.
Sí que es cierto que no profundiza en cada insecto como se haría en una obra destinada a adultos, pero da las pinceladas suficientes para crear en el lector la necesidad de buscar más al respecto. De hecho, yo misma leí el libro con el móvil a mano, para poder buscar información en Google sobre los insectos que más me impresionaron.
Y lo mejor es que este libro no sólo enseña datos súper curiosos sobre un montón de artrópodos, sino que también aporta información sobre cuáles son las especies que pican y cuáles las que no. De este modo podemos saber a qué distancia de ellos debemos situarnos, para poder disfrutar de su presencia sin consecuencias dolorosas en el intento.
Una vez finalizado he de decir que, si bien pensaba regalar el libro a algún niño de mi entorno, me ha gustado tanto y me ha parecido tan bonito que, al menos de momento, me lo pienso quedar en mi biblioteca particular.
Aun así, lo considero una opción perfecta para cualquiera que quiera regalar a un niño la posibilidad de satisfacer su curiosidad y aprender a cuidar ese maravilloso mundo en miniatura que se enreda en nuestros pies.  No hay mejor regalo que algo nuevo que aprender, nunca privéis a un niño de ello.

No hay comentarios

Publicar un comentario